miércoles, 10 de marzo de 2010

VIOLETA + FUCSIA







El violeta es un color que produce tristeza. Es el color religioso, místico por excelencia. Es un color indiferente y distante, capaz de evocar la idea de misterio. Por ser el de una onda de longitud más corta expresa silencio y profundidad triste. Aumentando su proporción de rojo se hace más vital y activo. Aumentando el azul, acentúa su frialdad y distanciamiento. Los matices lila y lavanda son de un marcado perfil femenino.
El violeta es un color secundario, compuesto por la misma cantidad de rojo que de azul. Su gradación hacia la luz o la oscuridad da como resultado un sinfín de tonalidades, sin que por ello cambie su color base. La combinación de tonalidades lilas y moradas aporta resultados estéticos excepcionales.
Es un color sedante, muy recomendable como primera habitación ante la llegada de un bebé a casa en sus versiones lilas, rosáceas, malvas… pero muy utilizado también en habitaciones para adultos, con tonos más oscuros e intensos. Puede utilizarse como base a una decoración íntegra, o como pinceladas a una, creada en otros colores, ya que casa a la perfección con casi todos. El contraste que produce mezclado con verde o amarillo provoca unas sensaciones asombrosamente vibrantes, con colores neutros como blancos, beiges o grises aporta calma y sosiego. Es por esto que lo encontraremos en la decoración de multitud de salas de espera, centros médicos, consultorías de abogados y lugares en los que las colas sean frecuentes.

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